Los rayos solares provocan la evaporación del agua, acumulándose las sales que rellenan la cuenca del gran Salar de Atacama, cuya extensión supera los 3.000 km2 y en cuyos bordes existe una variada flora y fauna.
la superficie plana y horizontal del salar se fue formando, desde tiempos remotos, con el aporte de ríos, vertientes y aguas subterráneas que se fueron depositando en esta cuenca natural, sin desagüe y de grandes dimensiones. En la medida que las aguas se evaporan, por la acción de los rayos solares, se produce la concentración de sales y minerales, quedando depositadas en costras de variadas formas y colores.
La vida animal y vegetal se adaptó a tal grado de salinidad, que hoy, como antaño, penetrar en este lago blanco y encontrarse con vegetales, matapiojos, coleópteros y moscas, roedores, aves, entre ellas flamencos de tipo andino, chilensis y jamesis, es relativamente fácil en algunos sectores marginales al núcleo central del salar.